lunes, 30 de noviembre de 2009

De cara

Carmen. Mi compañera de fotoperiodismo tenía el rubio perfecto para el color de las hojas que caen en otoño. Y es que el otoño es una época de cambio en el que todos nos replanteamos cosas. Esta año quizá fuera el estrés que nos espera durante las próximas semanas de exámenes.


Aquí va una secuencia de tantas fotos que hicimos una tarde. Algunas formales, otras no tanto. Probamos diferentes experimentos y al final, me he decantado por estas que a pesar de ser convencionales me gusta la actitud de Carmen.


















































Aquí os dejo con su mejor cara.


domingo, 22 de noviembre de 2009

Sabor, olor, color...vino

¿Adivinan dónde estuvimos? Bodega de Otazu. Sabor, olor, color...en definitiva, vino. Esto fue lo primero que vimos nada más llegar, viñas y más viñas del vino que más tarde nos iban a enseñar a catar. Esta puesta de sol, aunque no me salió del todo bien me pareció digna de fotografíar. Nos encontrabamos allí, en medio de aquel paraje.


Y esto es un trozo de la fachada de la bodega, ya atardeciendo.


Una vez dentro esto fue uno de las primeras piezas que vimos. Me pareció bonito para encuadrar.


Pero como vimos que la cosa se iba poniéndo interesante a medida que avanzabamos, los dos Sergios salimos fuera con tal de aprovechar el poco sol que quedaba y retratar lo que había fuera. Un paisaje y unos alrededores llenos de...paz.


La guía dijo que estos dos eran unos monumentos muy importante y había unos pocos en el mundo. Sin duda, había que retratarlos. Y ahora llega lo mejor de todo. No es el vino, no. Son las uvas.

Volvimos pronto con el resto de nuestros compañeros y entramos en la sala que como nos explicaron, parecía una catedral. La catedral del vino.

Una de las cosas que más me llamó la atención fue el acabado del techo, que fue hormigonado sobre la madera que había de hace muchos años.

La siguiente foto no está bien cuadrada. Tampoco pretendo subirla por que sea bonita sino por lo mucho que me llamó la atención esta parte de la bodega. Aquí es donde, propiamente, se "fabrica" el vino.

Una de las últimas fases tiene lugar tras el embotellado y etiquetado. Las botellas se conservan con una ciudada temperatura en una cámara a la que tuvimos acceso a pesar de que no siempre se abre al público.


Y llegó la última fase, y para algunos, la mejor. La cata. A pesar de que no tengo ni idea de vinos creo que lo hizo de una manera en que todos pudimos seguirla claramente. Me pareció una idea original y una forma apetecible de acercarse a este mundo tan desconocido para mí.




Como véis, los vasos están llenos...¡luego había que coger el coche!

Fotografía de autor: Ángel Conde

Lo fácil hubiera sido buscar a un fotógrafo en Google, mirar sus fotografías y decantarme por uno. Siendo sinceros lo hubiera hecho así, a ojo. Pero me tomé la libertad de no escoger a un fotógrafo reconocido cuya biografía albergue la Wikipedia. Se trata de un fotógrafo que está empezando, o más bien, lleva un tiempo empezando pero es ahora cuando empieza a destacar.

Hace unos meses tuve el placer de trabajar con un verdadero profesional. Se llama Ángel Conde y es un fotógrafo de San Sebastián. Me puse en contacto con él de casualidad. Me gustó su trabajo y creo que la intuición me hizo pensar que quién mejor que él para una carta de presentación. Sus fotos me gustaban, naturales y sencillas, y eso era el estilo que yo buscaba. Por lo que hablamos creo que el resultado de nuestro trabajo nos pareció bueno a los dos. Me pareció todo un profesional.

Empezó como autodidacta: libros, exposiciones, tutoriales,... Esto le llevó a un cursillo de unos meses que no hizo más que animarle a seguir aprendiendo. Finalmente, se matriculó en el Instituto Vasco de Fotografia (IVASFOT) en el año 2006 hasta el 2008 donde aprendió conceptos teóricos y prácticos de la fotografía.

Entre otras cosas en el verano de 2008 realizó un curso de Tratamiento del Archivo digital en Blanco y Negro con Gabriel Brau como profesor.

En la actualidad se dedica a la fotografía social, reportajes de boda, books de modelo, eventos, retratos, fotos de embarazos, niños, parejas, comuniones o fotografía publicitaria e industrial. Sin embargo, uno de sus hobbies es la fotografía de autor o creativa, es esta la que yo os voy a mostrar, porque es, sin duda, donde mejor se plasma el artista que hay detrás de la cámara.

Pero antes, hablemos de su estilo. Él se presenta de la siguiente manera: entre sus preferencias visuales, se encuentra la sencillez, la naturalidad o la elegancia. Afirma que le gusta jugar con la luz para crear ambientes.

El exterior es el medio en el que mejor se mueve ya que puede usar la luz natural; su preferida, la más bonita y la que más juego da. Además reitera que en busca de la naturalidad, la gente se siente más cómoda en exteriores y se muestra tal cual es.

Por destacar alguna de sus últimas novedades cabe decir que a finales de octubre abrió su propio estudio en Rentería, el pueblo del que procede. De ese mismo pueblo es la nueva elegida Miss Guipuzcoa 2010, que también trabajó con Ángel alrededor de hace un año. Por otro lado, próximamente se expondrán sus fotos en la Fería Lineart de Gante (Bélgica). La Galería Gaudí le propuso esta gran oportunidad y sus fotografías de autor estarán colgadas del 4 al 8 de diciembre de este mismo año.

Aquí os presento algunas de esas fotografías de autor a las que me refería:

N.Y.








Guetaria

Las rocas son unas de mis preferidas









Aquí llega Donosti. Una muy típica y reconocible, la otra no tanto. Ambas tratadas del mismo modo: sencillo claro,... bonito.

Así las explica él: "El tiempo de la vida...Todos percibimos la realidad de manera diferente y a todos nos influye cada cosa de una manera distinta por eso para mi estas imágenes no llevan ningun mensaje más que el que le encuentre cada persona al verlas. Disfrútenlas"



¿Por qué elegirle a él? Porque al ver alguna de sus fotografías de autor me recordó a las que vimos en clase de Chema Madoz. Después estuve documentándome y en uno de los blogs de Ángel encontré que él también se inspiraba en Chema Madoz. Dice de él que sus fotografías no dejan indiferentes a nadie ya que juega con la mente insinuando formas que no son lo que parece.Cree que Madoz tiene ideas originales con una composición muy cuidada. Llegó incluso, en sus comienzos, a tratar de imitarle con un poco de leche y un trozo de zanahoria tras ver una escena en una película. Según explica un picado y un flash rebotado al techo complementan al blanco y negro que decidió elegir para su imitación.



¿Y por qué no? Aquí va una de las tantas fotos que hicimos. ¡Chapó!

Palacio de Miramar


Más información: www.angelconde.es

Espero que le queden muchos peldaños que subir...



viernes, 16 de octubre de 2009

Rincones de Pamplona

Estos son los días que quedan para San Fermín. 223. Y es que no puedo pensar en Pamplona y no relacionarlo con esta fiesta. Era la fiesta por la que yo primero conocí a esta ciudad. Antes de llegar aquí poco más existía para mí que no fueran toros, el rojo y el blanco.

Esta foto la realizó otra compañera clase pero la he puesto porque a mí también fue la primera imagen que se me vino a la cabeza cuando nos propusieron esta práctica. Primero porque mi residencia estaba muy cerca de este cartel y lo veía cada día, y segundo porque me parece algo muy original y hace referencia a el día del que os he hablado.


Así que he querido retocar estas fotos para darles el color que quiero, el color del que yo veo esta práctica. Incluso cuando hay una imagen de Pamplona que no hace alusión directa a San Fermín, todo lo veo de rojo y blanco.

jueves, 15 de octubre de 2009

Con-posiciones

A continuación la pregunta fija de examen: las reglas de la composición. El fotógrafo juega en diferentes posiciones para captar la imágen con una buena composición. Para los que aún estamos aprendiendo...siempre nos quedará recortar y recortar...


LÍNEAS
: rectas, curvas, diagonales, horizontales, verticales,...incluso torcidas. Las líneas construyen el perfil de lo material, nos guían hacia un punto, nos hacen sentir relajados o incluso nerviosos. Hay líneas para todos.




SENCILLEZ: dicen que las cosas más bonitas son las más sencillas. No es que una flor sea recurrente para representar algo sencillo y bonito sino que fue lo primero que se me vino a la cabeza. Esta, en concreto, a pesar de tener unos colores fuertes combinan a la perfección y eso me produce sensación de calmaL; y a la vez, por su viveza: alegría.




TERCIOS: un tercios, dos tercio, una guitarra. El secreto está en colocar el objeto en el lugar adecuado. Ahí, en una esquina, sin querer acaparar protagonismo. Eso sería más propio de un medio...pero sin embargo, todos giramos nuestros ojos, para observar la guitarra. La elegancia del tercio. Por cierto, aquí también hay líneas...




ENCUADRE: este sí que está encuadrado en el centro. Aquí, sin duda, el conjuntos de rosas formando un corazón se han ganado el trono...¡al medio!



EQUILIBRIO: una gama cromática agradable a la vista, igual que los tonos de la camisa, la pared...el adorable Mario. Igual que los tonos de la araña, por no hablar de su equilibrio...que tiene, la muy habilidosa, para sostenerse en esos finos hilos que teje. Y no olvidarnos del collage de mi pared. Una foto a fotos y frases que habla de la danza, en mundo en el que se necesita un gran equilibrio. Esta foto tiene un equilibrio cromático y también, en la forma en que están coloadas las fotos.



RELACIÓN FIGURA FONDO: aquí, por muy adorable que sea el niño, tenemos unos males ejemplos de figura fondo.


El cuento de navidad de Auggie Wren

(...)

"Mientras hojeaba los álbumes y empezaba a estudiar la obra de Auggie, no sabía qué pensar.
Mi primera impresión fue que se trataba de la cosa más extraña y desconcertante que había visto nunca.

Todas las fotografías eran iguales.

Todo el proyecto era un curioso ataque de repetición que te dejaba aturdido, la misma calle y los mismos edificios una y otra vez, un implacable delirio de imágenes redundantes. No se me ocurría qué podía decirle a Auggie; así que continué pasando las páginas, asintiendo con la cabeza con fingida apreciación.Auggie parecía sereno, mientras me miraba con una amplia sonrisa en la cara, pero cuando yo llevaba ya varios minutos observando las fotografías, de repente me interrumpió y me dijo:
- Vas demasiado deprisa. Nunca lo entenderás si no vas más despacio.

Tenía razón, por supuesto.
Si no te tomas tiempo para mirar, nunca conseguirás ver nada.
Cogí otro álbum y me obligué a ir más pausadamente.
Presté más atención a los detalles, me fijé en los cambios en las condiciones meteorológicas, observé las variaciones en el ángulo de la luz a medida que avanzaban las estaciones.
Finalmente pude detectar sutiles diferencias en el flujo del tráfico, prever el ritmo de los diferentes días (la actividad de las mañanas laborables, la relativa tranquilidad de los fines de semana, el contraste entre los sábados y los domingos).
Y luego, poco a poco, empecé a reconocer las caras de la gente en segundo plano, los transeúntes camino de su trabajo, las mismas personas en el mismo lugar todas las mañanas, viviendo un instante de sus vidas en el objetivo de la cámara de Auggie.

Una vez que llegué a conocerles, empecé a estudiar sus posturas, la diferencia en su porte de una mañana a la siguiente, tratando de descubrir sus estados de ánimo por estos indicios superficiales, como si pudiera imaginar historias para ellos, como si pudiera penetrar en los invisibles dramas encerrados dentro de sus cuerpos.
Cogí otro álbum.
Ya no estaba aburrido ni desconcertado como al principio.


Me di cuenta de que Auggie estaba fotografiando el tiempo, el tiempo natural y el tiempo humano, y lo hacía plantándose en una minúscula esquina del mundo y deseando que fuera suya, montando guardia en el espacio que había elegido para sí.
Mirándome mientras yo examinaba su trabajo, Auggie continuaba sonriendo con gusto.
Luego, casi como si hubiera estado leyendo mis pensamientos, empezó a recitar un verso de Shakespeare
- Mañana y mañana y mañana - murmuró entre dientes -, el tiempo avanza con pasos menudos y cautelosos.

Comprendí entonces que sabía exactamente lo que estaba haciendo.


Eso fue hace más de dos mil fotografías."




(...)


"No me preguntes por qué lo hice.
No tengo ni idea.
Puede que no quisiera decepcionarla o algo así, no lo sé.
Simplemente salió así y de pronto, aquella anciana me abrazaba delante de la puerta y yo la abrazaba a ella.

No llegué a decirle que era su nieto.
No exactamente, por lo menos, pero eso era lo que parecía.
Sin embargo, no estaba intentando engañarla.
Era como un juego que los dos habíamos decidido jugar, sin tener que discutir las reglas.
Quiero decir que aquella mujer sabía que yo no era su nieto Robert.
Estaba vieja y chocha, pero no tanto como para no notar la diferencia entre un extraño y su propio nieto.
Pero la hacía feliz fingir, y puesto que yo no tenía nada mejor que hacer, me alegré de seguirle la corriente."

viernes, 9 de octubre de 2009

Mercado de Santo Domingo

Tanto en Pamplona como en cualquier otra ciudad esto es lo primero que se nos viene a la cabeza al pensar en la palabra mercado.

Puesto de pescado desde el interior

Para hacer esta foto me colé dentro del puesto. Tuve suerte y ese día una pescatera simpática me animó a que pasará por la puerta de atrás para hacer fotos. Había muchas cosas que retratar, desde luego, pero sin duda esta es la que mejor refleja cómo se ven desde dentro las cosas. Con tanta gente, impacientes incluídos, no es fácil hacer cosas como esta:


Bonito despedazado

Una vez dentro, salió uno de los temas más habituales en estos sitios: la crisis. Estuve charlando con la pescatera simpática acerca de las ventas y se quejó. Es cierto, a pesar de que yo fui un martes al mercado me pareció que había poca gente. Esto me dificultó un poco las cosas porque al ser pocos me daba un poco de reparo sacar fotos. Cada vez que sacaba fotos huía o bien las sacaba a distancia. Como en esta, que el jóven rebusca en su cartera en busca de moneditas escasas en los tiempos que corren.

¿"Crisis" ?

Esta foto es una piña del mismo puesto que arriba. Es un puesto que me gusta porque está en semicírculo y lleno de color. Miraras el producto que mirarás siempre tendría cerca frutas que transmitieran vitalidad. Te alegraba pasear en curva a través de él. Esta piña me pareció muy exótica y me llamó la atención verla al lado de algo tan común como pueden ser las alubias.

Piña


En la siguiente foto ya no hay alegría sino asombro. El color vivo de los pimientos: rojo y verde. Y pegadas a ellos el color berenjena. Nunca mejor dicho. Es ese morado-granate tirando a negro. Todos de una textura brillante. Podrían pasar por figuras de plástico que adornan un bodegón improvisado. Pero no. Estaban allí esperando a que alguien decidiera cocinarlas antes de que su aspecto empiece a empeorar.

Verduras brillantes


Y fue el pescado en el que más tiempo me detuve. Cangregos, ojos, dientes, escamas, gambas, caracolillos,...y al final me quedé con el plata de las anchoas. 4.80€ el kilo así que de plata sólo el color. Por lo visto esa mañana vendieron muchas. Espero que no se olvidaran de aquella de la esquina a la izquierda.

Caja de anchoas


Anchoas primer plano





Si algo me gustó fue recordar que aún hay sitios en los que el trato con la gente se mantiene. Las grandes moles de supermercados ofrecen una gran variedad de productos pero siempre estará el mercado para que la calidad se ofrezca tanto en el producto como en las relaciones entre personas. Abuela y tendera con los cambios

Como anécdota, aquí os dejo a la instrusa que también hizo la cola en el mercado. Nos encontramos a una paloma cotilla que se metía dentro de todos los puestos. Los simpáticos vendedores trataron de echarla sin armar mucho alboroto.

Paloma intrusa